Las nuevas tecnologías han revolucionado el mundo de la información y las comunicaciones y han propiciado la existencia de un mercado abierto y global. El comercio electrónico permite realizar negocios jurídicos relativos a la prestación de bienes y servicios a través de catálogos sui generis que posibilitan ofertas a través de redes informáticas, no sólo de mercaderías o bienes inmateriales, sino de cualquier otro servicio ofertado por empresarios o profesionales. Nace así un nuevo mercado virtual, cuyas ventajas son obvias: mayor competitividad, reducción de costes y mayor celeridad en las relaciones comerciales.
Este nuevo marco, no obstante, se abre una serie de interrogantes que el Catedrático de Derecho Mercantil, José Antonio Vega Vega dirime en Derecho Mercantil Electrónico, de reciente publicación en nuestra editorial. Cuestiones como la firma electrónica, las soluciones judiciales en el comercio electrónico, el ámbito publicitario del comercio electrónico, las distintas prácticas ilícitas que se están dando por la red, o el estudio del dinero electrónico y otros instrumentos de pago son recogidas en esta monografía.
¿Sabías que…?
El desconocimiento acerca de artículos y de procedimientos está extendido incluso en los transacciones más cotidianas. Como por ejemplo cuando al pagar por tarjeta se nos pregunta si queremos la copia que emite el datáfono o tpv, quizás para agilizar la sensación de espera en la línea de cajas. En realidad, sin esta copia el cliente queda desprovisto de constancia probatoria en una posible reclamación.